Aunque en nuestro país la competencia en materia de patrimonio cultural ha sido asumida prácticamente por todas las comunidades autónomas, su desarrollo normativo dista poco entre ellas. Y ello, sin perjuicio de la normativa nacional.
En términos generales, que un bien sea declarado de interés cultural supone:
- Que las Administraciones Públicas velarán por su respeto y conservación.
- Debiendo garantizar su adecuada difusión, transmisión y promoción. En este sentido es de especial mención la transmisión de los conocimientos, oficios y técnica a las nuevas generaciones coordinando iniciativas públicas y privadas.
- En el ámbito educativo se procurará incluir el conocimiento y el respeto del patrimonio cultural inmaterial entre los contenidos de la enseñanza.
Se trata en definitiva de proteger el bien cultural, garantizando su acceso a la ciudadanía.
Y es que, “hermano halconero”, ya lo dijo nuestro apreciado Félix Rodriguez de la Fuente al escribir que “en tu emoción palpitan y perviven cien mil años de poderosos cazadores”. Ese legado debe ser protegido en beneficio de toda la sociedad. Si eres cetrero, que sepas que pesa sobre ti mantener vivo este noble arte, invitándote a busques la excelencia en tu día a día. Si no eres cetrero, te invito a conocer más sobre el tema, pues descubrirás que es un mundo apasionante: tanto si te gusta la historia, las rapaces, o conectar con la naturaleza, este arte no de defraudará.
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